Estuvieron presentes el procurador general de la provincia, Julio Conte Grand, y el procurador de la Nación interino, Eduardo Casal.
Con la presencia de fiscales y jueces de los fueros federal y provincial de la Jurisdicción Mar del Plata, el procurador general de la provincia, Julio Conte Grand, y el procurador de la Nación interino, Eduardo Casal, se realizó una jornada contra la narcocriminalidad.
Durante la apertura, hicieron uso de la palabra el procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal, su colega bonaerense Julio Conte Grand, y el camarista Alejandro Tazza, quienes pusieron de relieve los resultados positivos demostrados en las investigaciones cuando existe cooperación entre las jurisdicciones.
Casal destacó la apertura de una nueva mesa de trabajo articulado, que tiene sus antecedentes inmediatos en Morón y La Plata, y sostuvo que la apuesta es que sea “un instrumento que favorezca la persecución y represión del tráfico ilícito de droga”, que ponga fin a los sucesivos conflictos en materia de competencia.
“Más allá del intercambio de información y la cooperación entre ambas jurisdicciones, vamos camino dentro de este marco, hacia nuevas formas que facilitan nuestra actividad de investigación y persecución, relativas a la formación de los equipos conjuntos de investigación, que se ven reflejados en el nuevo Código Procesal Penal federal”, remarcó el procurador.
En este sentido, destacó los convenios firmados con Conte-Grand y añadió: “Estoy confiado en que la implementación de estas mesas de trabajo en esta jurisdicción va a tener también resultados positivos”.
Enseguida tomó el micrófono el procurador general de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, quien se sumó a las palabras de Casal. “Esta experiencia la hemos realizado en otros departamentos judiciales en otras ciudades de la provincia y es una demostración clara de lo que nosotros concebimos como el método adecuado de realización de las actividades por parte del Estado”.
“En el combate al narcocrimen encontramos que había un elemento fundamental para su accionar: la desunión, la disgregación del Poder Judicial, los conflictos de competencia, los celos profesionales, la falta o la abundancia de recursos en segmentos particulares. Era un panorama que aparecía como obsceno en términos de la gravedad del fenómeno que empezaba a encarar el Estado nacional y los estados provinciales, que era la lucha contra el narcocrimen”, relató más adelante y destacó “la filosofía” de los convenios firmados con la Procuración General de la Nación para “trabajar en unidad”.